Para los no ciudadanos que se han casado con ciudadanos estadounidenses, su matrimonio es más que simplemente una unión de amor y dedicación. También es el vehículo más directo para poder obtener la residencia permanente o la ciudadanía estadounidense.
Cuando ese matrimonio termina, además de afrontar los desafíos de la división de la propiedad y la custodia infantil, el cónyuge no ciudadano también tendrá que tomar en cuenta lo que significa para su futuro aquí en los Estados Unidos.
Opciones para un residente condicional
Sus primeros pasos dependerán de su estatus migratorio. Si usted tiene la residencia condicional basada en su matrimonio con un ciudadano estadounidense, perderá la fundación de su solicitud cuando se finalice el divorcio.
Esto no significa que será deportado inmediatamente. Sólo significa que usted tendrá que tomar pasos legales para eliminar las condiciones si desea quedarse en este país después de su divorcio (enlace en inglés). Si sigue este proceso correctamente, es posible que pueda seguir con el proceso de naturalización a través de otro proceso, aun sin estar casado con un ciudadano.
Bajo algunas circunstancias, también es posible solicitar una exención del requisito de presentación conjunta basada en el divorcio. Para hacer esto, usted o su abogado tendrá que demonstrar que su matrimonio se celebró de buena fe y proporcionar pruebas para respaldar su caso.
Algunas preocupaciones adicionales
Es importante evaluar cada elemento de su solicitud de naturalización para que pueda entender plenamente lo que significará su divorcio para su solicitud. Por ejemplo, si alguien en la familia de su excónyuge era su patrocinador financiero, tal vez se retirarán, y usted tendrá que ajustar su estrategia.
Las leyes sobre la inmigración estadounidense son extremadamente complejos, y los requisitos para el camino hacia la ciudadanía cambian continuamente. Es una buena idea consultar a un abogado de inmigración para obtener una guía para su situación específica, para no perder una oportunidad de ahorrar tiempo y dinero mientras solicita un ajuste de su estatus migratorio.